
Primeramente debemos intentar definir Muerte...Todos sabemos que es el fin de la vida o para algunos el comienzo de una nueva vida; pero casi siempre hablar de ello nos resulta un tanto incomodo.
Hablar de la muerte suele resultar un tabu, cuando alguien muere se le encajona, se lo acristala, se lo tapa y se lo camufla con flores, pero en realidad entender la muerte es un hecho indispensable para saber vivir...
Ahora poniendonos un poco mas serios, muchas personas piensan en la muerte a diario y muchas mas se lanzan a ella...La mayoria son adolescentes.De acuerdo con estadísticas oficiales, cerca de tres millones de adolescentes estadounidenses -entre 15 y 19 años- piensan seriamente en la posibilidad de sucidarse. De éstos entre un millón 700,000 lo intentan y 1,600 lo llevan a cabo efectivamente. Si esto refleja solo la situacion de los EE.UU imaginense como sera alrededor del mundo...
Pensando en esto es que recorde un fragmento del libro Veronika Decide Morir, realmente me encanto este libro porque en verdad nos hace reflexionar a cerca de la vida y la muerte, si no lo han leido se los recomiendo y mientras tanto les dejo un fragmento... como para incentivarlos...
A los veinticuatro años, después de haber vivido todo lo que le había sido permitido vivir -y hay que reconocer que no fue poco-. Veronika tenía casi la certeza absoluta de que todo acababa con la muerte. Por eso había escogido el suicidio: la libertad, por fin. El olvido para siempre.
En el fondo de su corazón, quedaba la duda: ¿y si Dios existe?
En el fondo de su corazón, quedaba la duda: ¿y si Dios existe?
Miles de años de civilización hacían del suicidio un tabú, una afrenta a todos los códigos religiosos: el hombre lucha para sobrevivir, y no para entregarse. La raza humana debe procrear. La sociedad precisa de mano de obra. Una pareja necesita una razón para continuar unida, incluso después de que el amor se extinga, y un país requiere soldados, políticos y artistas.
Si Dios existe, lo que yo sinceramente no creo, sabrá que el entendimiento del hombre tiene un límite. Fue Él quien creó este caos, donde reinan la miseria, la injusticia, la codicia, la soledad. Su intención debe de haber sido excelente, pero los resultados son nefastos. Si Dios existe, Él será generoso con las criaturas que deseen alejarse más pronto de esta Tierra, y puede ser que hasta llegue a pedir disculpas por habernos obligado a pasar por aquí.
Que se fueran al diablo los tabúes y las supersticiones. Su religiosa madre le decía: Dios conoce el pasado, el presente y el futuro. En este caso, ya la había colocado en este mundo con plena conciencia de que ella terminaría suicidándose, y no se sorprendería por su gesto.
Veronika comenzó a sentir un leve mareo, que fue creciendo rápidamente......
Si Dios existe, lo que yo sinceramente no creo, sabrá que el entendimiento del hombre tiene un límite. Fue Él quien creó este caos, donde reinan la miseria, la injusticia, la codicia, la soledad. Su intención debe de haber sido excelente, pero los resultados son nefastos. Si Dios existe, Él será generoso con las criaturas que deseen alejarse más pronto de esta Tierra, y puede ser que hasta llegue a pedir disculpas por habernos obligado a pasar por aquí.
Que se fueran al diablo los tabúes y las supersticiones. Su religiosa madre le decía: Dios conoce el pasado, el presente y el futuro. En este caso, ya la había colocado en este mundo con plena conciencia de que ella terminaría suicidándose, y no se sorprendería por su gesto.
Veronika comenzó a sentir un leve mareo, que fue creciendo rápidamente......
Veronika había decidido morir aquella bonita tarde de Ljubljana, con músicos bolivianos tocando en la plaza, con un joven pasando frente a su ventana, y estaba contenta con lo que sus ojos veían y sus oídos escuchaban. Pero aún estaba más contenta de no tener que contemplar aquellas mismas cosas durante treinta, cuarenta o cincuenta años más, pues irían perdiendo toda su originalidad al estar inmersas en la tragedia de una vida donde todo se repite, y el día anterior es siempre igual al siguiente....
El ruido en el oído se hacía cada vez más agudo y, por primera vez desde que había ingerido las pastillas, Veronika sintió miedo, un miedo terrible ante lo desconocido.
Pero fue rápido. En seguida perdió la conciencia.
Pero fue rápido. En seguida perdió la conciencia.
Que triste no encontrar razones para buscar la felicidad, que lamentable no querer seguir adelante y no poder ver las cosas maravillosas que tiene la vida...
El libro es realmente fascinante y nos muestra un motivo para seguir viviendo...Nos les cuento mas asi lo leen...
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